top of page

"La Pitufacha" Una transgresión llamada María T-ta

Actualizado: 29 jun 2022

Hace 60 años, nacía Patricia Roncal Zúñiga, más conocida como María T-ta. Cantautora del punk subterráneo limeño, su biografía está rodeada de un halo de misterio propio de los años ochenta peruanos.

Los punks limeños emergieron como un movimiento juvenil y crítico durante una década sumamente complicada en el país andino: entre la corrupción política y los toques de queda, los apagones, las bombas y la pobreza que caracterizaron las casi dos décadas de la devastadora guerra interna entre Sendero Luminoso, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru y las Fuerzas Armadas. Entre otras cosas, el punk peruano fue un refugio.


Aunque existió una minoría de punks blancos –en el argot peruano, pitucos o pitupunks– se trató mayoritariamente de una estética punk chola (indígena y urbana) que para muchos producía un cortocircuito visual: sujetos racializados vestidos como anglos. La izquierda no armada asumía al punk rock como acrítico por ser una importación «intrínsecamente imperial» en un medio como el peruano, donde solo la trova y, sobre todo, la música fusión andina, debían vehiculizar toda demanda social.


No obstante, sus cuestionamientos a la conservadora sociedad peruana, la capacidad crítica del punk se quedó corta en muchos sentidos. Uno de los más visibles fue el machismo, epitomizado en su trato a María T-ta, alias de Patricia Roncal.


T-ta Feminista


El reclamo del cuerpo como territorio propio, como espacio de goce y de política es crucial para una militancia que se enfrenta a una violencia sexual y física flagrante, cuya violencia vulnerabilidad y aniquila en su mayoría a niñas y mujeres, trans y cis, pobres y racializadas. Como en otros países de América Latina, se trata de una violencia producida y reproducida en lo doméstico y en todas las instancias de la vida social, judicial, cultural y económica del país.


En una entrevista, Noelia me cuenta que su interés por T-ta estuvo también marcado por el hecho de que tanto ella como su madre nacieron en el mismo año, 1961. Pareciera que las imagina caminando por las mismas calles, viendo a las mismas víctimas del enrarecido momento de guerra, enfrentando los mismos problemas y pudiendo ser amigas. Porque si T-ta se siente cercana por feminista, marginal y combativa, también se siente un poco como madre, tal vez precisamente porque no lo fue. Esa imagen de una T-ta madre/amiga feminista resuena en mí como la proyección de un tejido de alianzas que, aunque a destiempo, imaginarias e improbables, nos remontan a un horizonte de cuerpos y encuentros transmutados disponibles para un imaginario transfeminista en composición.






66 visualizaciones0 comentarios
Publicar: Blog2_Post
bottom of page